Escribo para decir que lo siento,
que por mucho que mi cabeza gire
no deja detrás tormentos ni lamentos;
son ahora las viejas que dicen.
Lo mucho que me equivoco cuando creo,
lo que se dice y se comenta como verdades
sabemos todos que no es más que un vendido cielo;
déjame entonces asumir mis penas sin vendajes.
Llanto nacido de errores triviales,
de casualidades malentendidas,
de sueños rotos,
de vidas perdidas.
Lágrimas que caen por coincidencias,
lujo de unos cuantos poder descargar sus penas,
relájate, diviértete y asume tus errores;
yo lo hago tarde pero por lo menos, ahora me doy cuenta.
